Un Nissan Altima que no acelera correctamente puede convertirse en una situación frustrante y peligrosa. Imagina intentar incorporarte a una avenida o adelantar a otro vehículo y descubrir que tu auto no responde como debería. Este problema puede deberse a fallas en el sistema de combustible, en la admisión de aire, en los sensores electrónicos o en la transmisión CVT tan característica de este modelo.
En este artículo analizaremos las causas más comunes de esta falla, cómo reconocerlas y qué hacer para recuperar la potencia de tu Altima.
¿Por qué mi Nissan Altima no acelera?

El motor de tu Altima necesita una mezcla precisa de aire y gasolina para funcionar con potencia. Si la gasolina no llega correctamente, el rendimiento se reduce drásticamente.
Bomba de gasolina defectuosa
La bomba de combustible es la encargada de enviar la gasolina desde el tanque hasta el motor con la presión adecuada. Si se desgasta o falla, notarás que el auto pierde fuerza en pendientes, tarda en encender o incluso se apaga al acelerar.
Un diagnóstico con un medidor de presión puede confirmar si la bomba ya no cumple su función. Si está defectuosa, lo recomendable es reemplazarla.
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Filtro de combustible tapado
Un filtro de gasolina obstruido limita el flujo hacia el motor, provocando una aceleración lenta y tirones al manejar. En algunos casos, incluso impide que el auto arranque.
Es una de las causas más fáciles y económicas de prevenir. Lo ideal es cambiar el filtro cada 30,000 a 50,000 km, dependiendo del uso y recomendaciones del fabricante.
Inyectores sucios
Cuando los inyectores acumulan residuos o carbón, no pulverizan la gasolina de forma correcta. Esto afecta la mezcla aire-combustible, generando pérdida de potencia, humo negro o jaloneos.
Una limpieza profesional con ultrasonido puede devolverles su rendimiento y mejorar notablemente la aceleración.
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Fallas en el sistema de admisión de aire
El aire es tan importante como el combustible en la combustión. Si no entra la cantidad adecuada, tu Altima no tendrá la fuerza que necesitas.
Sensor MAF defectuoso
El sensor MAF (Mass Air Flow) mide el flujo de aire que entra al motor. Si falla, la ECU recibe información errónea y no regula bien la mezcla, ocasionando ralentí inestable, humo excesivo y poca aceleración.
Muchas veces una limpieza del sensor con spray especializado es suficiente. Si sigue fallando, será necesario reemplazarlo.
Cuerpo de aceleración sucio
El cuerpo de aceleración controla el aire que entra cuando presionas el pedal. Con el tiempo, la mariposa se llena de carbón, provocando que el auto tarde en responder o se apague al frenar.
Una limpieza profunda del cuerpo de aceleración puede solucionar esta falla.
Válvula IAC en mal estado
La válvula IAC (Idle Air Control) regula el aire en ralentí. Si está defectuosa, el auto puede temblar, apagarse o no reaccionar bien al acelerar en bajas revoluciones.
En este caso, lo recomendable es revisarla, limpiarla o cambiarla según el diagnóstico.
Fallas eléctricas y electrónicas
El Nissan Altima depende de una compleja red de sensores y de la ECU para funcionar. Cualquier error en ellos puede limitar la aceleración.
Sensor TPS dañado
El TPS (Throttle Position Sensor) indica a la ECU la posición del pedal del acelerador. Si está dañado, el auto puede acelerar de forma irregular o no responder al pisar el pedal.
La única solución es reemplazarlo y calibrarlo correctamente.
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ECU en modo seguro
La computadora del motor (ECU) puede activar el modo protección (limp mode) cuando detecta un fallo grave. En este estado, el Altima apenas acelera, limitando la potencia para evitar daños mayores.
Lo recomendable es escanear el vehículo con OBD2 para identificar el código de error y resolver el problema específico.
Batería o alternador defectuoso
Una batería débil o un alternador dañado afectan directamente los sensores y la ECU. Esto se traduce en luces del tablero intermitentes, fallos electrónicos y pérdida de aceleración.
Si notas estos síntomas, revisa el sistema eléctrico antes de buscar fallas mecánicas más costosas.
Problemas en la transmisión
El Nissan Altima, especialmente en sus modelos recientes, utiliza transmisión CVT (Continuously Variable Transmission). Aunque es eficiente, suele dar problemas con los años.
Transmisión CVT con fallas
Cuando la transmisión CVT comienza a fallar, notarás patinamiento, tirones, ruido metálico y falta de respuesta al acelerar.
En algunos casos, un cambio de aceite y filtro de transmisión puede mejorar el desempeño. Sin embargo, si el daño es interno, será necesario repararla o reemplazarla.
Aceite de transmisión bajo o sucio
Un nivel de aceite de transmisión bajo o en mal estado provoca que la caja no pueda realizar bien los cambios, afectando la aceleración.
Es importante revisar periódicamente el nivel y cambiarlo según las especificaciones del fabricante.
Consejos para diagnosticar la falta de aceleración en tu Altima
Antes de gastar en reparaciones mayores, puedes seguir estos pasos básicos de diagnóstico:
- Escanear con OBD2 para detectar códigos de error.
- Revisar el filtro de aire y combustible, asegurándote de que no estén obstruidos.
- Observar el tablero: si se enciende el “Check Engine”, anota el código de falla.
- Escuchar la bomba de gasolina: si no suena al girar la llave, puede estar dañada.
- Verificar el aceite de transmisión: sucio o bajo indica posible problema en la caja.
Estos chequeos iniciales te ahorrarán tiempo y dinero en el taller.
Conclusión: cómo devolverle la potencia a tu Nissan Altima
Cuando tu Nissan Altima no acelera, las causas pueden ir desde un simple filtro de gasolina obstruido hasta un problema serio en la transmisión CVT. Lo importante es no ignorar los síntomas y actuar a tiempo para evitar daños mayores.
La mayoría de las veces, una limpieza de sensores, un cambio de filtros o un mantenimiento preventivo pueden devolver la potencia sin necesidad de reparaciones costosas. Sin embargo, si tu Altima sigue sin acelerar después de revisar lo básico, lo mejor es llevarlo con un mecánico especializado en Nissan.
Recuerda: un auto que no responde al acelerar no solo afecta tu comodidad, también pone en riesgo tu seguridad en carretera. Con un buen diagnóstico y mantenimiento adecuado, tu Altima puede recuperar la fuerza y fiabilidad que lo caracterizan.